En el fragmento de Apocalypsis Now que vimos en el teórico, el lugar desde el cual percibimos la escena es el interior de la celda (container le llama Fabio) en la que se encuentra el prisionero, es decir que habitamos el espacio fílmico construido por el realizador. Esta es una característica importantísima del espacio fílmico, que es un espacio habitable por el espectador.
En el TP2 del grupo 4, los alumnos construyeron un espacio fílmico (una cárcel) que vemos a través de las cámaras de vigilancia. ¿Cuál es el lugar que habitamos como espectador y desde el cual percibimos el espacio fílmico? Ese lugar no es la cárcel, ya que ese espacio está mediado por las cámaras de seguridad que nos ubica en un lugar de espectador de las imágenes que vemos, es decir, somos doblemente espectador: en la realidad y también al interior del relato. La cámara se hace visible en la imagen y ésta lleva consigo rasgos enunciativos muy explícitos que narran la existencia de un dispositivo de vigilancia. Muy distinto es lo que sucede en Apocalypsis Now en donde la cámara se hace invisible para que sintamos con más intensidad que nosotros estamos allí habitando el espacio fílmico junto al personaje. Lo mismo sucede con el montaje en este fragmento, en donde también se busca que pase desapercibido mediante los distintos tipos de raccord, en cambio en el TP2 vemos como el montaje discontinuo contribuye a la construcción del verosimil de que se trata de un dispositivo de seguridad.
La imagen fílmica no solo construye un espacio fílmico en el cual se desarrolla la escena, sino que también define el lugar desde el cual ese espacio es percibido por el espectador.
Es esta la cuestión por la cual no nos cerraba la música de cumbia villera que aparecía al comienzo del TP2. El grupo decía que la había elegido porque es la música que escuchan los presos en la cárcel, pero esto no es algo que se desprenda del trabajo que hicieron. A diferencia de la serie “Tumberos” de la que se habló, y en la que Caetano sí coloca al espectador en el interior de la cárcel y lo hace testigo de la intimidad de ese lugar, donde se puede llegar a observar que allí escuchan o podrían escuchar cumbia villera, en el TP que estamos analizando, en cambio, el espectador está siempre afuera de ese lugar que está mediado por las cámaras de seguridad, y ese dato de la intimidad de los presos (que escuchan cumbia villera) está traído de otro lado, es exterior a este trabajo, si pertenece a una película es a otra y con otra propuesta estética. Entonces no es que no puedan usar esa música para una película cuando narren una historia que se desarrolla en una cárcel porque ya haya sido utilizada por otro realizador (que creemos que es lo que se entendió, porque tal vez es lo que se dijo), sino que esa música, en este trabajo en particular, no se vincula con su propuesta estética, más precisamente con su particular construcción del espacio fílmico, que es el tema que nos ocupa.
Estas observaciones no son para realizar un cierre de la discusión que se inició en el aula, sino que pretendemos que sean un ingrediente más para que el debate se mantenga abierto.